Estimar és un lloc (i sempre hi ha una cosa que m’ho desvela) –Amar es un lugar (y siempre hay algo que me lo revela)– es el título de la última propuesta expositiva de la artista Mayte Vieta (Blanes, 1971) para la Bienal de Fotografía de Olot, en el Museu de la Garrotxa. El trabajo de esta creadora multidisciplinar se inscribe en el de una generación surgida en la década de los ochenta del siglo pasado y que encuentra en la naturaleza, el hábitat –entendido como espacio emocional– y el cuerpo los motivos esenciales de su investigación. Fotografías de gran formato que capturan paisajes (des)localizados de los que emerge el respiro de una emoción y el sentimiento de un tiempo huido. El cielo y la tierra, las aguas turbias del océano, la oscuridad de la noche o el silencio de un paisaje atemporal se entrelazan con los versos del poema de Joan Margarit: Estimar és un lloc, i sempre hi ha una cosa / que m'ho desvela... ¿Y cuál és –nos preguntamos– aquella 'cosa' que lo revela? Algo imperceptible, pero que contiene el peso de la vida vivida. La muestra, a cargo de Natàlia Chocarro, forma parte del nuevo convenio de colaboración firmado entre el Ayuntamiento de Olot y la Fundació Vila Casas con el objetivo de trazar nuevos itinerarios artísticos en el ámbito del arte contemporáneo.
El museo estara cerrado del 16 de agosto al 3 de septiembre.
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