Desde sus inicios Mayte Vieta trabaja la escultura pero, en los últimos años, ha ido centrándose en el discurso fotográfico que utiliza como pretexto para evidenciar la ambivalencia de lo visible. La imagen obtenida a partir de secuencias vividas, crea en su obra ciertas dicotomías propias del lenguaje posmoderno: ausencia/presencia, vida/muerte, o naturaleza/artificio, reflexiones de nuestro yo. La artista se aleja del concepto clásico de fotografía: investiga, manipula y transforma el material para conseguir, según sus propias palabras “capturar el instante” y establecer un diálogo espacio-tiempo. Su trabajo pretende acercar al espectador a multitud de lugares cargados de fuerza atmosférica, espacios soñados y dotados de una fuerte simbología y sensibilidad.