La escultura de SIS destaca por el resultado sinuoso y armónico de los materiales con los que trabaja: madera, piedra y, ahora, luz, elemento electrónico que da nuevos relieves y ambientes al resultado y conceptualización de la obra, así como por la monumentalidad de las dimensiones, situando algunas de sus esculturas en la vía pública. A través de estos materiales explora las formas de la naturaleza, que reduce a la mínima expresión por vía de la abstracción y la geometrización, extrayendo la belleza escondida de los rincones más abruptos, consolidando la pureza de la forma y adentrándonos en parajes inquietantes y mágicos, como grutas marinas o espesos bosques.