Arquitecto de profesión y fotógrafo por vocación, desde su juventud se ha dedicado a la fotografía arquitectónica, que ha ido combinando, posteriormente, con el dibujo y una fotografía de aire más costumbrista o social. Su interés por ciudades como Nueva York y Tokio, donde la individualidad, el aparente bienestar y el voraz consumismo se han convertido en un estilo de vida, es contrarrestado por el interés en otras culturas que a ojos de Occidente son un estallido de sensaciones confrontadas y heterogéneas evocadoras de 1.001 sueños.