El bronce y la terracota, junto a la temática infantil y adolescente, configuran su obra más reciente. Se nutre de estos elementos para comunicar las duras emociones humanas de la sociedad contemporánea. A través de los niños canaliza los sentimientos más puros, sumergiendo al mismo tiempo al espectador en una profunda reflexión existencial. Desde la década de los ochenta sus obras se han expuesto en galerías nacionales e internacionales.