Santiago de Chile, 1956
El arte enigmático y críptico de este pintor y escultor vira sobre aspectos trascendentales y existenciales que, desde la experiencia y la imaginación, envuelven el alma. El exilio sufrido por la familia Picker a raíz del golpe de estado contra Salvador Allende y el posterior desarrollo en su país natal fueron dos factores que marcaron decisivamente una trayectoria de carácter sombrío y conmovedor. Haciendo uso de un lenguaje burlesco y cáustico, como un trapecista que resbala sobre una cuerda basculante, nos induce a reflexionas sobre la arrogancia de nuestros tiempos en una tournée hacia el inconsciente, la memoria y la realidad más actual.