A partir de una embrionaria figuración, Salvador Juanpere se adentra en una etapa de investigación estética y de recuperación de las formas primigenias. La simbiosis establecida entre el mundo natural y el artificial, con el uso de materiales extraídos de la naturaleza y otros industriales, como el vidrio el acero, desemboca en la década de los noventa en un trabajo centrado en la ciencia y el pensamiento. El artista otorga tridimensionalidad a útiles y receptáculos, vectores de un tratamiento fundamentado en la reflexión sobre el proceso de creación artística.