El fuego es la única herramienta que Sacha Tröger utiliza para crear sus composiciones. En un inicio aplicaba el humo de una vela sobre sus telas, pero, en sus últimos trabajos, éstas son quemadas directamente; como el escultor que extrae el alma de la piedra y la convierte en figura, Sacha, mediante el fuego extrae del soporte sus imágenes. Proceso de combustión conceptivo o imaginativo y, a su vez, desintegrador y devastador, que el artista convierte, de forma magistral, en expresión lírica y plástica.