Expresividad, equilibrio, medida y armonía son conceptos que emanan de unas esculturas elaboradas con minuciosidad y que enaltecen de forma alegórica la anatomía femenina. Sirviéndose casi exclusivamente del bronce y de la terracota, Rosa Martínez elabora el paradigma de la mujer mediterránea tan defendido por los novecentistas. Bajo una técnica admirable, nos muestra una mujer serena y firme, de volúmenes generosos y gráciles a la vez que exhala una recóndita e introspectiva fuerza interior.