Barcelona, 1956
Pintor, dibujante y grabador. Su obra definida como viva, auténtica y renovadora está consagrada a temes figurativos, entre los que adopta un especial protagonismo la tauromaquia. El toro y el matador adquieren todo el valor simbólico del ancestral rito de este espectáculo, ya que la figura del torero herido, la sinfonía de colores y la fastuosidad de la indumentaria son una fuente inagotable de liberación del ejercicio arabesco lineal, la disposición cromática y el estudio del movimiento corporal.
Aunque utiliza la técnica al óleo y otros procedimientos mixtos, también trabaja a menudo con la acuarela, que utiliza para la realización de apuntes y estudios de paisajes. Además, ha trabajado como escenógrafo, ha realizado diversos encargos como ilustrador y cartelista, y ha colaborado en diarios y cubiertas de libros.