Nacido en el barrio de Queens, estudió pintura, dibujo y escultura en el Pratt Institute. Sus primeras creaciones eran evocaciones directas de su admiración por la obra de Joseph Cornell y Marcel Duchamp, así empezó a hacer ensamblajes donde incorporaba fotografías de revistas y libros. Más adelante empezó a realizar sus propias fotografías para incorporarlas a estos trabajos, ya que para él el resultado final era más auténtico, propio y puro. Fue así como Robert Mapplethorpe se introdujo en el mundo de la fotografía, coincidiendo en lugar y época con toda la vanguardia artística de los años 70 en Nueva York. Su trabajo es reconocible por la preferencia por el blanco y negro y los matices aterciopelados que provocan las sombras en el grano del revelado, así como por el tratamiento de los temas que, a pesar de la tradición clásica ―bodegones de flores, retratos de celebridades y desnudos―, son el reflejo del ambiente que el fotógrafo y la comunidad artística de la época respiraban en la ya convertida capital del mundo. En 1989, Mapplethorpe muere a causa del VIH, pero un año antes crea la fundación Robert Mapplethorpe, una organización destinada a proteger su obra, promocionar el arte fotográfico y luchar contra el sida.