En la obra de Ramon Cerezo el vacío es el responsable de crear la perspectiva tridimensional. Formas geométricas bajo una apariencia de cálculo y precisión expresan un mundo que va más allá del intelecto. Líneas y curvas infinitas entrelazadas y lanzadas al espacio establecen un diálogo entre materia y perforación. Piezas abiertas que abrazan el vacuum y su eternidad. En sus últimas creaciones abstractas utiliza nuevos materiales, como la madera, e incorpora el color.