Albacete, 1962
De soportes tan diversos como el lienzo, el papel o el metacrilato, emanan las huellas de los maestros de la antigüedad y de tiempos pretéritos; reminiscencias surrealistas y metafísicas, que recorren y se adentran en la memoria profunda y la reivindicación de oficios ancestrales. Como miradores de tierras lejanas y de épocas remotas, la humanidad contempla con deseo y melancolía imágenes que parecen extraídas de los sueños más exóticos, de las experiencias del alma más románticas, lugares recordados con pasión en un mundo equidistante, en el que el paraíso narra sus propios misterios.