Barcelona, 1963
Se sumerge en el mundo de la pintura guiado por su tutor, Rafael Quartielles, que era profesor de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona.
Se le relaciona con otros pintores como Jordi Samsó, Fernando Olivieri y Narcís Serinyà, entre otros, que fueron claros detonantes gestuales y estilísticos de sus obras más tempranas.
Su lenguaje plástico se caracteriza por el valor expresivo y abstracto de la materia como elemento transmisor de un valor, una idea amarada de sensaciones y sentimientos que fluyen a través de técnicas tan dispares como el acrílico, los silicatos o el collage.