Hija del reconocido pintor Joan Llimona y sobrina del escultor Josep Llimona, fue la penúltima de un linaje de artistas. Reconocida paisajista que rehuyó la corriente vanguardista imperante para especializarse en la naturaleza, el paisaje urbano y los interiores arquitectónicos. Ha cultivado la naturaleza muerta, la figura y principalmente el paisaje, en un estilo naíf constructivo y postimpresionista caracterizado por una gama de colores intensa y vital. En el año 2000 fue honrada con la Creu de Sant Jordi y en 2006 le concedieron la Medalla de Honor de Barcelona.