Tras una dedicación plena al mundo empresarial, Marta Solsona decidió dar un nuevo giro a su vida y se adentró en el mundo del arte, como vía de liberación de los sentimientos y pensamientos más íntimos. Su obra se caracteriza por representar temáticas clásicas y realistas de aspecto dulce y sereno, modelada en arcilla, de dónde surgen los ocultos misterios innatos de la tierra.