Pintor, dibujante y grabador, su obra arranca en un postimpresionismo de temática convencional, para acabar desembocando, recorrida una etapa abstracta y constructiva, en un realismo simbólico en torno la representación de objetos dotados de un valor subjetivo y de una significación especial y descontextualizada. En cuanto a la técnica, se aprecia un interés creciente por los procedimientos de grabado como las serigrafías, los aguafuertes, o aguatintas en los que adquiere un reconocido refinamiento técnico y expresivo.