Barcelona, 1970
Escultor alejado de la corriente vanguardista, trata el cuerpo de forma alegórica, como “mapa” de nuestras almas.
Desde 1996 su trayectoria artística viene marcada por una reflexión acerca de nuestra ambigua y contradictoria condición. La presencia de recién nacidos en su obra representa el impacto traumático de la realidad sobre los seres humanos. Pureza e inocencia del niño dentro de un receptáculo corpóreo de acciones y expresiones adultas para denunciar la infinita complejidad de nuestra existencia.