Representante de la neofiguración europea, su obra nos evoca una nueva dimensión llena de connotaciones magicistas. Composiciones de colores estridentes que trasladan al espectador a un mundo habitado por seres antropomorfos y etéreos que, envueltos de constelaciones, nadan en el espacio cósmico; protagonistas cubiertos que actúan en el gran espectáculo mundano. Imaginativo, crítico, instigador, Josep Uclés nos habla de nuestro mundo y nuestro tiempo, fijando imágenes que se escapan al razonamiento y que rehuyen toda lógica imperante.