Se ha de entender el trabajo escultórico de Pep Admetlla en relación a una arquitectura efímera que se nutre de elementos compositivos incorporados por el artista y que al final del proceso creativo, se transforman en esculturas transitables. Obras atemporales, convertidos en espacios de interacción donde se pone en juego aquello que el artista nombra disecciones, como la memoria, la intuición, la sensibilidad o la experiencia. La obra está totalmente integrada en el espacio. En 2001 fue seleccionado por los Premios FAD de arquitectura en el apartado de Espacios Efímeros con el proyecto escultures transitables.