Su formación parte de la abstracción de la escuela alemana de Düsseldorf, a la estela de artistas como Polke y Richter. Sin embargo, sus representaciones son el mimetismo de una profunda estimulación de la obra de Kline, del lirismo casi dramático de Rothko y al mismo tiempo, un reflejo de las ideas románticas de Friedrich y Turner. En torno al eje central del paisaje, espacio idóneo de meditación, la esencia se libera de su carcasa decorativa. Juego de veladuras, abstracción, accidentes plásticos, imágenes desenfocadas y difuminadas, manifestación de la doble vertiente del artista como constructor minucioso de una acurada técnica y deconstructor de la pintura misma.