Las corrientes poscubista y surrealista alimentan sus composiciones, en las que la superposición de elementos incorpora el efecto de movimiento. Amagat utiliza el acrílico sobre papel o tela e investiga la técnica del collage en madera de formato muralista. Temas turbadores y otros que emanan placidez, tratados con vigorosa volumetría y bajo un refinado juego lumínico. En sus cuadros cohabitan figuración y abstracción, geometría y orgánico, y una policromía que contrarresta con el inmenso fondo ocre o gris.