O Saviñao, Lugo, 1957
Formado de manera autodidacta, las obras de Jesús Mourelo actúan como catarsis de sus experiencias personales donde, como un libro abierto o un cuaderno de viaje, personas y paisajes van cambiando juntamente con su percepción del mundo y donde el factor común que los unifica es la forma a través de geometrías, líneas, colores y texturas que a modo de palimpsestos recogen las capas de su experiencia, transportándonos la esencia, el rastro y el residuo de una memoria concreta.