Paisajes desolados, naturalezas muertas y retratos hieráticos son resultado de un proceso de contemplación capaz de engendrar poesía y simbolismo. Rojo, verde y azul, colores que visten sus creaciones de misterio y penumbra, en las que el espectador puede discernir, en medio del claroscuro, objetos miméticos que se disipan en la oscuridad. Javier Garcés es un pintor realista, aunque elude la impresión fotográfica.