Sevilla, 1950
Tras un largo proceso de investigación plástica y de instalación de objetos tridimensionales, como madera o transparencias, evoluciona hacia la fotografía de gran formato. Sus imágenes exhalan humor y poesía, así como también sugieren un universo de metáforas que recrea situaciones insólitas e irreales. Conglomera elementos cotidianos en un espacio no artificioso, generando reflexiones sobre el arte, la naturaleza y la tecnología. Escenificación de pequeños espacios, crisol de su particular interpretación de la vida donde la acumulación, la infinitud y el caos son inherentes a todo orden.