Escultor de innominables formas sensibles que se alejan de cualquier convención. Obras alimentadas por la búsqueda de una identidad personal, por el misticismo, el simbolismo, por la consciencia de la incerteza del destino, la angustia existencial y el anhelo metafísico, en que materia y forma dilatan su umbral. El artista manipula materiales tan heterogéneos como el vidrio, el agua, el neón, la piel de serpiente o el plomo, en un afán provocador de experimentar con el uso de elementos innovadores y originales para gestar formas sin precedentes.