Pintor, dibujante y grabador enmarcado en las tendencias vanguardistas norteamericanas que en los sesenta acabaron sustituyendo la tradicional dependencia de los acontecimientos parisinos y europeos. Su obra inicial recoge el impacto del “Pop” americano adaptando sus mitos clásicos y elementos icnográficos en un lenguaje cáustico, de trasfondo irónico y burlesco. En los últimos años, su trabajo muestra un personal debate entre la intuición y la razón, el escepticismo y la pasión, la reflexión y la inmediatez, el rigor lineal y la sensualidad cromática. En 1965 recibió una mención de honor en la III Bienal de Zaragoza, el premio del Ayuntamiento de Terrassa de 1967 y el de la “Ciutat de l’Hospitalet” en 1968.