Licenciado en historia del arte por la Universidad de Barcelona, su trabajo como fotógrafo empezó en el año 1968 de manera autodidacta cuando se vinculó con el CIFB (Centro Internacional de Fotografía de Barcelona), la primera escuela de fotografía de la ciudad condal, contribuyendo, junto a una nueva generación de fotógrafos, a la proliferación de una mirada estética, teorizada y artística de la fotografía documental. Desde entonces, compagina esta actividad con la de profesor y crítico. Desarrollando una fotografía pura muy relacionada con la escuela alemana de los años 30, las temáticas de Olivella se centran principalmente en los interiores. Así mismo, su concepción del espacio y arquitectura le han llevado a crear grandes reportajes, para retratar a través de las personas que lo ocupan, la relación entre la geografía humana y la urbanística y el residuo histórico y cultural que surge de esta unión, creando el efecto de memoria y, por lo tanto, una fotografía de carácter social y colectivo.