Figueres, Girona, 1978
Formado de manera autodidacta, Dani Salvà comenzó su pasión por la fotografía a raíz de un viaje al Nepal, donde descubrió en el paisaje y la cultura local rasgos que si no eran capturados al instante, escaparían a los recuerdos.
Centrado principalmente en la fotografía de viajes, no pierde en ningún momento la referencia documental captando realidades más allá del paisaje. Así convierte su producción en documentos de denuncia, a la vez que les otorga un reconocimiento histórico.