Iniciado en la fotografía a partir de un largo periodo en el que estuvo hospitalizado, con 17 años, André Villers estudió de la mano del también fotógrafo Pierre Astoux. Con su Rolleiflex, regalo de Pablo Picasso, lo retratará en varias ocasiones, además de tomar instantáneas de muchos personajes relevantes del siglo XX como Simone de Beauvoir, Federico Fellini, Jean Cocteau, Le Corbusier o Salvador Dalí. Su trabajo, que nos descubre el mundo más íntimo y cercano de los artistas, se ha expuesto en toda Europa y forma parte de la colección del Museo Picasso de Barcelona y París. Así mismo, la ciudad de Mougins homenajeó al fotógrafo con la creación del Museo de Fotografía André Villers.