Tremp, Lleida, 1965
Los inicios de la década de los noventa fueron decisivos en la trayectoria artística de Alvar Calvet, que sumerge en un trabajo de expresión personal y conjuga la creación plástica con la vertiente pedagógica, como profesor de arte. Alvar Calvet insiste en la relación con la cotidianidad, e invita al espectador a participar, para obtener una respuesta. Composiciones de líneas horizontales y verticales en que mezcla telas estampadas y pintura que pauta mediante de estructuras geométricas y que ofrecen infinitud de variantes. Influido por Sean Scully, Mondrian y su coetáneo Joaquim Chancho, se inscribe en la corriente abstracta para fusionar arte y vida, obra y público, y socializar el arte dentro de los colectivos más alejados de la creación artística.