Traza en el aire sinuosas líneas de hierro. Esculturas perforadas donde las sombras se cuelan en la inmensidad del espacio. Tridimensionalidad como receptáculo de fragilidad y, a su vez, consistencia, formas simples que contienen un mensaje complejo que envuelve una reflexión sobre misterio y la fuerza de la creación. Nubes que lloran, estructuras leves y de dulce fragilidad, como coladores totémicos que se apropian de las leyes físicas de la gravedad y nos empujan hacia la infinitud, más allá del puro placer visual.