Buenos Aires, 1942
Su padre era arquitecto y él aprendió dibujo copiando detalles de arquitectura, esta influencia le acompañará para siempre, de modo que la arquitectura será la fuente de inspiración más profunda de sus pinturas; en las que cultiva la abstracción en su vertiente más geométrica y constructivista. En los años 80 se instaló en Sant Martí el Vell, donde inició una filosofía de vida basada en la máxima austeridad, la misma austeridad y sencillez que se puede observar en sus obras. Sus composiciones se generan a través de elementos modulares que a menudo adquieren relieve y colores completamente planos. Las pinturas y estructuras de Estrada se caracterizan por la precisión e intensidad con que trata cada uno de los elementos que las integran y transportan al espectador a un espacio sin jerarquías ni referencias temporales.