Pintor, diseñador y escenógrafo, Pep Sallés ha seguido de forma particular las enseñanzas multidisciplinarias promovidas por la Bauhaus. Es justo decir que se ha dedicado en cuerpo y alma a la pintura, generando un lenguaje sencillo y armónico, en el que predominan las formas geométricas de planas tonalidades. Su obra sorprende por la espontaneidad y la mezcla de estilos heterogéneos como el surrealismo, la pintura metafísica y la abstracción. En sus composiciones predomina el juego entre la planimetría y el espacio o la perspectiva directamente relacionada con el color.