La constante búsqueda de un magismo impregnado por el pensamiento psicoanalítico freudiano, encuadra a Joan Ponç como uno de los grandes representantes nacionales de la corriente surrealista. Influenciado por su amistad con Josep Vicenç Foix y Joan Brossa, sus primeras pinturas son reflejo de un primitivismo esquemático donde cohabitan figuras antropomorfas y vegetales que nos transportan hacia el mundo fantasioso de los sueños y del subconsciente. Ponç fue fundador de la primera revista vanguardista Algol y del Grupo Dau al Set junto a Modest Cuixart, Antoni Tàpies, Joan Josep Tharrats, Joan Brossa, Arnau Puig y el crítico Juan Eduardo Cirlot. En 1965 fue galardonado con el gran Premio de Dibujo en la VII Bienal de Sao Paulo por su serie Suite pájaros.