Sus representaciones pictóricas son diálogos entre materia y esencia. Construye un universo geométrico donde se ocultan figuras de composiciones ambiguas, reflejo de un estado de transición; las formas parecen estar en pleno ciclo de formación-disolución, en un movimiento de avance y retroceso continuo, una inquietud que lucha contra una quietud aparente. Su voluntad de exploración pictórica se expresa a través del color y el espacio, con una sacudida cibernética de tonalidades rojizas que recrean de manera reiterativa significante y significado.