A pesar de ser reconocido mayormente por su trayectoria cinematográfica, siempre se consideró pintor. Definía su cine como una pintura en la que otorgaba una gran importancia a lo visual. A través de su pintura se nos descubre un intenso mundo interior donde las dualidades y lo intangible confluyen en una estética inspirada en el primitivismo. Se formó en las escuelas Eina y Elisava de las que fue también profesor en los años 70 y se inició en el diseño industrial y la publicidad. Fue uno de los fundadores del estudio GRIS, que obtuvo varios premios de diseño, entre los que destaca el Delta de Oro (1970). En la década de los 70 también realizó varias exposiciones de pintura en la Sala Vinçon y en la Escuela Eina de Barcelona. En el año 1976 dirigió su primera película Tatuaje y, desde entonces, nunca abandonó el cine.