Jiménez-Balaguer se fue de España en 1958 huyendo de la situación sociopolítica del país. En París no tuvo el recibimiento más deseado ya que fue estafado en la primera galería. Estas experiencias no lo hicieron dejar de producir. 53 años más tarde Can Framis, recuperando artistas catalanes infravalorados, muestra su discurso artístico con una treintena de obras.
Fuente: El País Catalunya