En 1960, los alumnos de la Escola Superior de Arquitectura, consiguieron que artistas de renombre de la época les regalaran obras originales suyas para poder financiarse su viaje de fin de carrera. Una colección inesperada que, por su propia excepcionalidad, no se llegó a subastar. Ahora sale a la luz después de 56 años en los archivos del Col·legi d'Arquitectes de Catalunya, en una exposición que ofrecerá la Fundació Vila Casas en el Museu de Can Framis.
Fuente: La Vanguardia