Manel Armengol se ha convertido en la imagen simbólica de la crisis en la cultura. Desde el adiós a la Primavera Fotográfica hemos sido incapaces de consolidar unas políticas patrimoniales de las que habíamos sido pioneros. Ahora sólo quedan algunas galerías y fundaciones privadas que siguen ampliando su atención a la fotografía.
Fuente: El Punt Avui