En medio de las calles estrechas se levantan esbeltísimas palmeras de reminiscencias indianas que contornean un gran patio ante una de las fachadas del edificio. La preside una doble escalinata monumental de estructura barroca pero seguramente construida más tarde, cuando era el palacio de Albert Quintana, autor literario de la Renaixença que se hizo decir Lo cantor del Ter , además de gran terrateniente republicano y rival del conservador Robert, propietario del Palau Solterra, actualmente sede del otro museo de Torroella, la Fundació Vila Casas.
Fuente: Núvol