La promoción de arquitectos de Barcelona de 1960 querían recorrer el mundo para ver los edificios que sólo conocían por los libros. Visto que sólo habían recaudado cuatro duros, decidieron pedir a los mejores artistas una obra original para subastarla. Muchos artistas aceptaron y el resultado fue una gran colección con artistas de renombre, como Tàpies, Miró o Karel Appel, entre muchos otros.
Fuente: El Punt Avui