Antoni Vila Casas, Toni, hijo de una familia burguesa dedicada al sector textil, interiorizó que tendría que pencar (trabajar) a los 11 años de edad, tras la pérdida de su padre, al que adoraba. Estudió en los Jesuitas de la calle Caspe de Barcelona, que le inculcaron unos valores muy sólidos y le enseñaron a hacer examen de conciencia, cosa que practicó cada noche de su vida.
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Fuente: Diario médico