El origen etimológico del pecado es muy revelador: la palabra latina ‘pecco’ –tropezar, cometer un error– del que deriva la palabra ‘peccatum’ –delito, falta o acción culpable. Con todo, en el contexto de la presente propuesta curatorial dedicada a la ira –la segunda entrega de un conjunto de siete donde establecemos un diálogo entre las colecciones del Museu dels Sants y de la Fundació Vila Casas–, tomamos conciencia de la permanencia de este término, pues las trasgresiones que se derivan de la ira son de las más temerarias. La ira se viste de intolerancia, de odio, de discriminación o de violencia para llegar a conquistar su meta principal: la justicia. Con el deseo de trazar un recorrido acerca de las distintas fisonomías que adopta la ira, dibujamos un itinerario expositivo donde las asociaciones de las obras de ambas colecciones funcionan por afinidad o per diferencia.
Exposición comisariada por Natàlia Chocarro.