Al (re)visitar algunas de las obras de la artista multidisciplinar Mayte Vieta –instalaciones y fotografías capturadas en diferentes momentos creativos–, enseguida tomamos conciencia de que los paisajes a los que se abraza el cuerpo de una mujer desnuda contienen el tiempo en suspensión. Sin embargo, ¿qué es –nos preguntamos– lo que hace de estos 'no-lugares' de silencio y quietud algo que nos sobrepasa y supera? ¿No son estos paisajes la representación de un instante que ha dejado de pertenecernos para fusionarse con el universo? Al respecto, nos alertó el pensador francés Gaston Bacherlard en su ensayo La intuición del instante, el instante deviene una suerte de voz silenciosa, un espacio estético inextenso que nos permite ser y dejar de ser, ascender sin dejar de caminar, un emplazamiento impenetrable del que exhala este instante poético.
La exposición, la primera de una serie de colaboraciones con la Fundació Iluro y a cargo de Natàlia Chocarro, reúne una quincena de obras entorno a la identidad y el paisaje.