El paisaje, la disciplina artística que expresa un espacio y un tiempo vivido, contiene en la concepción plástica de Guerrero Medina la pulsión de un gesto que recorre el latir de una vida. Con una selección de pinturas de gran formato donde la vibración del trazo es sometida a la veleidad del color, la mirada del pintor se funde en el instante preciso, el momento en que el paisaje que (nos) habita se abandona a las emociones.
El paisaje que me habita se suma a Mi compromiso –la exposición monográfica que este año le dedica al pintor la Fundació Vila Casas– para configurar dos propuestas que se complementan para ofrecer una visión de conjunto de la trayectoria del pintor.