Este es un ensayo plástico y visual en torno a la intimidad artística que Francesc Todó (Tortosa, 1922) establece con el objeto, con un gesto melancólico que le inspira a homenajear el lirismo de la música. Dibujos y pinturas, naturaleza y maquinismo, componen en “Francesc Todó. Una música de cámara” una partitura de cromatismos vibrantes que exalta la cotidianidad desde el figurativismo de vanguardia.