Lídia Masllorens (Caldes de Malavella, Girona, 1967) presenta Prueba de artista, una muestra ideada y dirigida por Glòria Bosch que reúne una veintena de obras de grandes dimensiones realizadas entre los años 2014 y 2019. Por un lado, la exposición muestra los singulares “retratos” y “no retratos”, la obra más conocida de la artista, donde se representan personajes masculinos y femeninos mediante la técnica del monotipo. Masllorens plasma caras que transmiten alegría, dolor, sufrimiento, decepción o esfuerzo. Todas ellas han sido extraídas de montajes fotográficos elaborados por los grandes estilistas de la contemporaneidad; los fotógrafos de los magazines que muestran caras de mujeres y hombres ideales.
Complementando la familia de rostros, la serie “Zoom” reúne imágenes de detalles que normalmente pasan desapercibidos a simple vista: efectos y defectos de la técnica, salpicaduras o pequeñas burbujas. Los detalles microscópicos que Masllorens enaltece y magnifica son ahora los protagonistas y ponen de manifiesto que es en los pequeños detalles donde se esconden las arrugas, las expresiones y los matices que transforman en casi vivos a todos sus personajes.