Pedro Saralegui (San Sebastián, 1949) presenta en la Sala 3 de Can Mario su último trabajo escultórico y la instalación realizada en el año 1996, “Perfils crítics”. De registro conceptual, el trabajo de este creador se centra en aquello que podríamos llamar la contraescultura, es decir, esculpir, dar forma a las sombras que proyectan los cuerpos. El resultado es un jeroglífico enigmático que poco tiene que ver con el sujeto; dos realidades donde una deviene metáfora de la otra; la sombra proyectada, quemada, doblada, es un recurso del lenguaje plástico del escultor que evidencia ―tal y como hizo Platón en el mito de la caverna― la división entre el mundo visible, las sombras, y el mundo intangible, las ideas, donde se encuentran asentadas las formes reales.