Con esta exposición, la Fundació Vila Casas se suma a la celebración del centenario de Francesc Català-Roca; una iniciativa importante porque no se ha resaltado suficientemente su faceta de retratista.
La serie que la encabeza está formada por cincuenta y ocho retratos hechos entre 1949 y 1975, más su célebre autorretrato. Un conjunto singular, único, que Català-Roca regaló a Joan Uriach i Tey, como complemento de su colección de arte, en la que estos artistas estaban representados casi todos. Años después, su hijo Joan Uriach i Marsal los donó a su amigo Antoni Vila Casas: este gesto, no solo de amistad sino de complicidad entre coleccionistas, se produjo al entender que estas piezas serían mejor apreciadas en el seno de la destacada colección de fotografía que se estaba constituyendo en la Fundació Vila Casas.
Hemos titulado este conjunto como “Homenots”, haciendo un guiño a Josep Pla, con quien Català-Roca compartió la autoría de guías y libros: así tituló Pla las sesenta semblanzas de personajes de su tiempo, redactados entre 1958 y 1974, mayormente escritores, artistas o políticos, escogidos por su peculiaridad y por haberse significado de modo remarcable. Como complemento a esta galería de estas personas notables, la exposición incorpora quince retratos de niños, los “Homenets”: en pequeña escala, son el reflejo de una España ensombrecida por la Dictadura, el pueblo humilde alejado del poder, la política, la ciencia y la cultura. Estos pequeños trabajadores hacen su labor como si fuera un juego, igual que otras criaturas juegan en la calle o comen helados. Rezuman humanidad y ternura, compartiendo el riesgo de vivir, los peligros y las amenazas de la vida de las personas adultas; son los “homenets” en contraposición a los “homenots”.
Laura Terré - Comisaria del Any Català-Roca
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